Los accidentes de auto pueden tener consecuencias catastróficas para las víctimas. Por eso, todos los individuos que manejan regularmente en Texas, deben saber qué hacer en caso de un choque. Por ejemplo, es bien sabido que el primer paso es llamar a los servicios de emergencia y asegurar la salud de las víctimas.
Sin embargo, las consecuencias de un accidente no se acaban una vez que las víctimas llegan al hospital. Además de concentrarse en su recuperación, muchas veces, las víctimas tienen que lidiar son los procesos de reclamación (enlace en inglés) de los seguros de automóvil. En estas circunstancias, usted podría preguntarse si es una buena idea aceptar la liquidación rápida que le ofrece la aseguradora.
Esta primera oferta puede sonar atractiva, pues es una posibilidad de finalizar los trámites del seguro en menos tiempo. No obstante, la liquidación rápida puede venir con riesgos. Por eso, es importante informarse y asesorarse antes de aceptar una liquidación.
1. Recibir una compensación inadecuada
El principal riesgo de aceptar una liquidación rápida es recibir una compensación que no cubra todos los gastos derivados del accidente. Usualmente, las víctimas o sus abogados negocian con la aseguradora para obtener una compensación que cubra los costos reales del accidente. En algunos casos, las aseguradoras pueden buscar reducir sus costos, en lugar de priorizar a la víctima. Por eso, la negociación es una herramienta útil para recibir una compensación justa.
2. Renunciar a reclamaciones futuras
Al aceptar una liquidación rápida, la aseguradora puede pedirle que acepte no hacer más reclamaciones del accidente. Sin embargo, usted podría tener lesiones no visibles después del choque. Hay muchos padecimientos médicos que no se presentan inmediatamente, pero son causados por accidentes automovilísticos.
Si usted acepta la liquidación rápida, puede estar renunciando a su derecho a reclamar una compensación por gastos futuros derivados del accidente. Para evitar esto, debe leer con cuidado las condiciones de la liquidación rápida. Asimismo, puede buscar asesoría legal para entender las consecuencias específicas de su caso.
3. Subvaloración de los daños
Así como existen las lesiones que no son obvias a simple vista, los automóviles también pueden tener problemas ocultos. En una liquidación rápida, la aseguradora podría hacer una valoración incorrecta de los daños, dejándole problemas a futuro. En este caso, usted tendría que pagar el resto de los costos derivados. Por lo tanto, es mejor esperar a tener una valoración completa y detallada de la escena de accidente.
4. Dolor y sufrimiento no reconocido
En Estados Unidos, además de la compensación por gastos médicos y daños materiales, las aseguradoras a veces cubren daños no económicos. Esto puede incluir una compensación por el dolor y sufrimiento derivado del accidente. Por ejemplo, en caso de muerte en un accidente, la familia de la víctima podría recibir una compensación.
Para obtener esta compensación, debe conocer los límites de la póliza de seguros (enlace en inglés) y los factores que cubre. Para esto, es importante dedicar tiempo a leer los términos y condiciones, o pedirle a un abogado que lo haga. De esta manera, podrá entender la cobertura y saber si puede recibir compensación por daños no materiales.
5. Pagar otros gastos derivados
Es complicado saber qué consecuencias tendrá el accidente en los primeros momentos después del siniestro. Por eso, al aceptar la liquidación rápida, usted podría renunciar a una compensación justa por el total de los daños. En esta situación, puede correr el riesgo de arriesgar sus finanzas, pues los gastos médicos y de reparación pueden altos.
También es importante recordar que algunas compañías de seguros pueden usar tácticas de intimidación para convencerlo de aceptar la liquidación rápida. En estos casos, intente mantener la calma y contacte a un abogado de lesiones personales. Así, podrá entender cómo obtener una compensación justa y negociar para alcanzarla.